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lunes, 10 de noviembre de 2014

¿Te duele el dinero?

¿Te duele el dinero?


Los griegos decían que los Dioses, para enceguecer a un hombre, le daban dinero y poder. El dinero es energía, es un medio (para muchos); para otros sólo un fin. Siempre, un instrumento de aprendizaje en nuestras manos. Si sufres es que no aprendes; si hay padecimiento, no hay comprensión de lo que estás viviendo; esto, aplicable a todos los niveles de vida, lo traslada Anacelis Castro al ‘metal’ en su libro ‘EL DINERO’, premiado con el Teilhard de Chardin, galardón en honor al prestigioso teólogo, paleontólogo y filósofo francés.
Extractamos parte del texto. ¿Lo compras?

Los conflictos con el dinero son indicadores de problemas a otro nivel. Estos problemas materiales son los mismos que, generalmente, vivimos en el plano emocional. Aquí tienes patrones donde tal vez encajes; patrones que te ayudarán a resolver lo que no resuelves.

EL AVARO

Es un ser dominado por el miedo. Su creencia: a mayor cantidad de dinero, mayor seguridad. Guarda “por si le pasa algo”, quiere “estar preparado por si…”. Siempre es negativo. Con este tipo de pensamiento crea entorno a él un malestar continuo, ya que su miedo se está retro-alimentando siempre. Su miedo es cada día mayor.

Puede llegar a tener fortunas… pero seguirá viviendo de manera miserable. Y sucede así, porqueespera que la fuerza y el poder que tanto anhela le lleguen de fuera… cuando ambas son algo interno. NADA EXTERNO MODIFICA UNA CONDUCTA CUANDO ES ALIMENTADA DESDE UN PATRÓN MENTAL.
**Estas son sus características:
  • Incapacitado, desde su estructura mental, para disfrutar
  • Inseguro siempre, por más dinero que tenga
  • Es un ser vicioso, y esto deriva del guardar y acumular dinero desde un plano negativo. Está generando continuamente un cúmulo energético acorde con esta negatividad. Sus sensaciones emocionales le impulsan a seguir con esta conducta. Entra en círculos viciosos cada vez más graves. Se hace daño sin cesar.

EL DESPILFARRADOR

El opuesto al Avaro (aunque, según la Ley de Polaridad, ambos son iguales. Los extremos se tocan). Estamos ante una persona que no puede retener el dinero. Siempre gasta más de lo que debe y llega a quedarse sin nada, destruyendo patrimonios. Si analizamos antecedentes familiares, hallaríamos casi con seguridad una notable cantidad de avaros en su árbol genealógico.

También le habita el miedo, pero (en este caso) miedo a tener dinero y “parecerse a…” No quiere cerca una fortuna porque la relaciona con conflictos y desavenencias.
**Ésta es su principal característica:
  • Tiende a conductas de falta de responsabilidad. Se trata de una forma de bloqueo constante que le impide ver las consecuencias de sus actos

EL QUE VIVE EN POBREZA

No sólo desde el plano material, sino desde el resto de niveles de vida. Es un ser que siente que no le quieren, se siente solo y abandonado. Reclama afecto de forma patológica (parece no alcanzarle nunca lo que le dan o le dicen, sobre todo cuando se trata de los más allegados).

El patrón mental que rige en él es éste: LA DESVALORIZACIÓN, que se traduce en “no sirvo” y “no puedo”. De ahí que active constantemente juegos muy fuertes de exigencia y auto-exigencia, rodeándose, además, de personas exigentes que le hacen vivir exigido al máximo en todas las áreas (desde la laboral, a la emocional, la familiar, la sexual…). Al ser imposible cumplirlo todo, renuncia siempre a todo. Nunca consigue nada. Se auto-sabotea cada día.
**Estas son sus características:
  • Se auto-castiga siempre. Se desvaloriza y reafirma continuamente el “no lo merezco”. Es una suma de conductas sin fin. Una espiral infernal de retro-alimentación dolorosa
  • Llega a convencerse de que “nada bueno me puede pasar” o de que “lo bueno dura poco”
  • Vive siempre en una larga lista de carencias. Se asegura, desde el inconsciente, una vida en la pobreza. Y, también, no poder salir de ella

EL COMPULSIVO

La compulsión funciona desde patrones mentales que garantizan sufrimiento. Compulsión en gasto, en comida, en bebida, en sexo, hasta en fumar; personas ‘enganchadas’ al malestar.
Aparece en los inicios como un auto-castigo, pero va creciendo hasta una auto-destrucción si no se detiene.  Comienza así: “Voy a comprarme algo para darme un gusto” (o, en otra versión, “voy a quedar con esta persona para darme un gusto”); y la tarjeta electrónica empieza a funcionar… o lo que tenga que funcionar en cada caso. Llega el descontrol. Lo que comenzó como un ‘regalo’ se transforma en enojo, culpa, críticas… y más culpas.

No existe el disfrute, pero a la vuelta de la esquina regresa el deseo de más. Una droga real (en los jugadores, la culpa es aún mayor porque la pérdida material que enfrentan perjudica a los seres que más quieren).
**Estas son sus características:
  • Los compulsivos son inconscientes, pero existe un conocimiento consciente de los hechos acompañado, eso sí, de una sensación de no poderse controlar
  • El verdadero motor que impulsa a estas personas es LA NECESIDAD DE DAÑARSE que les genera tanta culpa
  • Sus actos compulsivos tienen características de HÁBITOS. Funcionan casi como algo ‘mecánico’, casi ‘involuntario’, algo que ni ‘registran’. Pero que les daña más y más

¿CÓMO CAMBIO?

En primer lugar, tomando CONCIENCIA de dónde estás. Cuál de los anteriores patrones te mueve. Asúmelo… y di SÍ a dejarlo atrás definitivamente en tu vida. A empezar un importante trabajo de acción para cambiar y dejar de sufrir.
Después, ésta es la consigna: NO ME IMPORTA EL DINERO. Debes hacerla tuya como el respirar.

 Si lo tienes, si tienes dinero, te habrás desapegado de él y nunca te va a faltar porque lo has encajado en tu vida en la “frecuencia suministro”. No intervienes en ella y el dinero llegará siempre a ti conforme a tu necesidad.
– Si no lo tienes, algo impide en tu vida la comunicación con el dinero. Analízalo. Puede que digas “no me importa” como sinónimo a “me supera”, “no puedo”, “no lo merezco” o “no sirvo”. Puede que te estés rigiendo por un patrón de desvalorización. No es posible que no te interese algo que está presente en cada acto de nuestra vida. Ten esto en cuenta: NO HAY NADA GRATIS; cuando algo es gratuito, siempre hay un costo para alguien: lo que vale lo está pagando otra persona.

lunes, 23 de junio de 2014

Etapas más conflictivas en la relación

La ilusión de tener al lado a alguien que te trasmite cariño, amor, y que te comprende lleva a muchas parejas a tomar la decisión de compartir sus vidas y casarse con la convicción de que será para siempre. Sin embargo, lo que en principio puede parecer un cuento de hadas, no siempre es así. 
Tanto la realidad del día a día, que cada vez puede resultar más estresante, como la vida en pareja lleva consigo multitud de situaciones que pueden poner en riesgo la estabilidad de la pareja. Hay que saber cómo hacerles frente para superarlas, pero sobre todo pensar que juntos se pueden superar. Pero, ¿cuáles son esas etapas más conflictivas en la relación?

La primera de ellas es el inicio de la convivencia. «Éste es un momento de adaptación en el que realmente empiezas a conocer de verdad al otro pues ya no solo presenta su mejor cara, sino que también le vemos cuando está enfermo, de mal humor, recién levantado… y muestra sus manías y hábitos. Comenzar a vivir juntos supondrá, además, que ambos tendrán que negociar para llegar a acuerdos en las tareas de la casa, temas económicos… lo que puede dar lugar a algún que otro roce hasta que los límites y normas queden bien establecidos».

La llegada del primer hijo

Pasado este primer momento llega un periodo de mayor tranquilidad hasta la llegada del primer hijo. Se trata de un momento, por lo general, muy esperado por la pareja, pero no se puede obviar, que también es una fuente importante de estrés puesto que la responsabilidad de cuidar a un bebé conlleva muchas dudas y miedos. La pareja tendrá que adaptarse a ese nuevo ser que formará parte de la familia y que requerirá de toda la atención de sus padres. «En este momento  cambian los horarios, se duerme menos, hay menos espacios dedicados a la pareja y a los momentos de intimidad, lo que puede hacer que surjan, en ocasiones, emociones negativas en alguno de los padres de sentirse en un segundo plano, sobre todo cuando alguno de ellos se vuelca en el cuidado del niño. Es una etapa en la que se genera un contexto propicio para que aparezcan fricciones, pues ambos están cansados y estresados y hay poco espacio para los dos. Ahora gira todo en torno al bebé».

Estancamiento

Otra de las situaciones que pueden llegar a provocar una crisis en la pareja es que vivan un periodo de estancamiento mantenido en el tiempo. Es habitual que ocurra cuando llevan años en pareja y no han dado pasos en común, ya sea casarse, tener hijos, cambio de casa… «Uno de los aspectos que mantiene a flote una pareja y que mayor satisfacción proporciona es desarrollar proyectos en común que generan sentimientos de crecimiento y de avanzar juntos»

Desgaste por circustancias personales

En otras ocasiones no se produce este estancamiento mantenido en el tiempo, pero sí unas circunstancias de convivencia en la pareja que provocarían momentos difíciles. Como en el caso de que la pareja construya su vida en un contexto en el que reina la rutina, no hay casi tiempo de calidad en la pareja y ambos se centran en sus trabajos u obligaciones dejando en un segundo plano a la pareja y llevándola a un estado de desgaste y desilusión que acabará por generar problemas de más gravedad.

Contratiempos en la salud o el trabajo

La especialista en parejas, añade que puede ocurrir también que alguno de los miembros del matrimonio padezca algún problema físico o enfermedad mental. «En esta circunstancia ambos sufren mucho y puede llegar a suponer momentos de mucha frustración y desequilibrio, pues será uno de ellos el que asuma las riendas y tire de la pareja mientras que el otro se recupera».
Algo similar sucede cuando alguno de los dos se queda sin empleo y empiezan a aparecer problemas de dinero y el otro compensa esa responsabilidad económica. En este caso, el que se queda sin trabajo comienza a sentirse menos útil y pueden surgir sentimientos negativos respecto a su persona y al papel que juega en la pareja y acabar afectando a la relación. Y, por otra parte, el que trabaja más se siente sobrecargado.

Cuando los hijos se van de casa

Otro momento crítico surge cuando los niños se hacen adultos y se van de casa, pero llega lo que se conoce como el síndrome del nido vacío. Esta nueva situación puede suponer un problema cuando la pareja se ha centrado en el cuidado de los hijos. «Ahora cuando se ven los dos solos, sin ese punto de unión, tienen que volver a reinventarse y construir nuevos lazos . Algo parecido sucede cuando llega la jubilación y ambos pasan más tiempo en casa».
«En muchas ocasiones se encuentran como dos desconocidos que llevan toda la vida viviendo juntos pero que ahora no saben de qué hablar o cómo compartir su tiempo. Esos huecos que antes dedicaban al trabajo ahora han quedado libres y sienten un vacío que tendrán que volver a llenar y aprender a compartir con su pareja».

Un hecho traumático

Otra de las circunstancias más difíciles por las que puede pasar una pareja es afrontar un hecho traumático como la muerte de un familiar o la enfermedad de un hijo. Algunas parejas se unen y establecen unos lazos más fuertes. Sin embargo en otras ocasiones conlleva la separación debido a que cada uno se encierra en sí mismo, lo que supone un distanciamiento. Relacionado con ello estarían las cargas familiares de alguno de los miembros de la pareja que pueden provocar una sobrecarga e interferir en la dinámica de la relación.
Los engaños, infidelidades o mentiras vulneran uno de los pilares más importantes en los que se sustenta una pareja: la confianza. Si ésta falla se producirá una espiral de inseguridad y demandas constantes que provocarán un distanciamiento mayor.

Los cambios evolutivos


Por otra parte,  «no podemos olvidarnos de los cambios evolutivos que en cada uno se sucederán —la menopausia o andropausia, cambios corporales después de los embarazos, dificultades físicas, vejez…—. A todos ellos deberán enfrentarse tanto personalmente como en pareja pues estos cambios repercutirán en el estado de ánimo y en la autoestima de la persona y, por tanto, en el modo de relacionarse con el otro también».

viernes, 13 de junio de 2014

Empleo, Desempleo


            Primero tendríamos que partir de que es el empleo, la visión va depender del contexto en el cual estemos parados. En lo que se comento en esta unidad dentro del salón de clases muchos lo veían como una manera de dignificarse, de sentirse útiles dentro de la sociedad, es decir se encamina más a un compromiso moral. Cuando para lo que se hizo el empleo creo Yo es para producir y subsistir; es decir se trabaja para poder comprar un lugar donde dormir, comida etc. Es decir lo que buscas con el trabajo es cubrir tus necesidades básicas. Ya que si fuera verdad que el trabajo te dignifica como persona entonces ¿por que todas esas personas no trabajan si goce de sueldo?
Creo que en el enfoque de lo dicho es donde podemos encontrar el error, no trabajamos para dignificarnos a nosotros mismos como personas, si no que lo hacemos para dignificarnos ante la sociedad. Esto es normal pues soy normas no escritas dentro de la sociedad siempre una persona que trabaja se le vera de mejor manera que a una que no, esto sin importar la edad y si sea correcto o no. Por ejemplo tenemos el típico comentario de la señora que ve a un niño vendiendo chicles en las calles y comenta “mira tan chiquito y ya trabaja” dejando de lado si es correcto que lo haga o no, debemos darnos cuenta que esta en una etapa en la cual mediante el juego lo prepararemos para la vida laboral de grande, y que no es lo mas saludable que este desarrollando ese tipo de actividades a tan corta edad aparte de que lo mas seguro es que este siendo explotado. Esto nos indica que estamos entrando a una etapa de entre mas rápido produzcas mejor, pero mucho mejor si produces y consumes.

            Lo anterior lleva a otra pregunta ¿Por que trabaja el adolescente en México? La gran mayoría nos contestara que para no depender de su padres, y volvemos a lo mismo el enfoque de la respuesta es el equivoco; Si esa respuesta fuera verdad trabajarían para comprarse un casa etc. Y no vivir en casa de tus papas, pero no, en realidad un adolescente trabaja para consumir, salir a divertirse, comprar ropa, CD’s etc. Pero sigue siendo igual o más dependiente de los padres.

            Ahora que este mismo adolescente llega a la universidad y una ves que se recibe que visión tendrá del trabajo, es muy diferente trabajar de mesero o vendedora cuando estas en la preparatoria cuando tus gastos pueden llegar a ser muy superficiales que cuando tienes 24 años y tus gastos van mas encaminados a satisfacer tus necesidades esenciales. ¿Ese joven tendrá experiencia laboral? Si la tendrá pero la mayoría no en cuanto a su carrera.

            Ha esto le podemos agregar la visión que podemos llegar a desarrollar una ves recibidos de la carrera sobre nuestro sueldo. Seria interesante hacer encuesta preguntando ¿Cuánto piensas que vas a ganar en tu primer trabajo como…… psicólogo, doctor, ingeniero etc.? Y preguntarnos también si estamos preparados a buscar trabajo relacionado a nuestra carrera.

           


Todo lo anterior enfocado hacia como el individuo vive el trabajo, como lo ve y como se desenvuelve, pero no podemos dejar de lado que también el gobierno es el que genera la mayoría de las fuentes de empleo. Aunque para hablar del gobierno también  tendríamos que hacer otro ensayo en cuanto si la sociedad  vota o no, por que vota por uno o por otro candidato, en que se basa, etc.

            Las personas debemos estar consientes que entre mas habilidades se tengan mayormente preparados vamos a estar para enfrentarnos a la vida laboral. Recordando siempre que se esta moviendo las sociedades hacia un proceso de globalización donde el mas preparado, con experiencia y que se demuestre apto en su labor va ser el que tenga trabajo.

            Lo importante de todo esto es saber ¿Qué voy hacer yo como psicólogo social ante este fenómeno?, ¿Con que metología trabajare? ¿Qué alcances tendrá mi trabajo? ¿Qué limitaciones pueden presentarse?


            Para finalizar mi conclusión es que si no queremos fallar como psicólogos sociales o en cualquier área que nos desenvolvamos es el tener conciente que nosotros no le vamos a dar la calidad de vida a las personas, una cosa es ser una parte que ayude a esto pero no creernos los salvadores de los problemas sociales.

jueves, 1 de mayo de 2014

ETAPAS DEL CICLO VITAL

El sistema familiar es un ser vivo que, al igual que un ser individual, puede ser susceptible de estudio desde la perspectiva de etapas o fases de evolución.


A) Periodo de galanteo (adolescencia)


Una diferencia crucial entre el hombre y todos los demás animales es que el primero es el único con "parientes políticos". En cada etapa de la vida de la familia humana está involucrada una familia extensa; mientras que en las otras especies hay discontinuidad entre las generaciones. Una osa no dice a su hija con quién "debe casarse", ni supervisa la crianza de sus oseznos; los padres humanos, en cambio, influyen en las parejas potenciales de sus hijos y ayudan a criar a los nietos. Por lo tanto, el matrimonio no es meramente la unión de dos personas, sino la conjunción de dos familias que ejercen su influencia y crean una compleja red de subsistemas.



Existe un período de la vida en que la gente joven aprende a galantear y a participar en esta actividad, y cuanto más se demore dicho proceso en un chico, tanto más periférico llegará a ser, respecto a la red social. El joven que ha cumplido veintitantos años y todavía no ha salido con chicas estará en inferioridad de condiciones cuando alterne con otros muchachos de su edad que ya llevan años de experiencia en cuanto a técnicas de "galanteo". No se trata solamente de que el joven inexperto no ha aprendido cómo manejarse con el sexo opuesto o que no puede disparar las respuestas físicas adecuadas, sino que su conducta social es inadecuada; las personas a quienes elige para galantear están pasando por las últimas etapas de la conducta de galanteo, mientras que él todavía se está abriendo camino por los primeros pasos del proceso.

El adolescente enfrenta un problema particular: su involucración simultánea con su familia y con sus pares. El modo en que debe comportarse para adaptarse a su familia tal vez impida su desarrollo normal respecto de la gente de su edad. Se trata, esencialmente, de un problema de destete, y este último no es completo hasta que el chico abandona el hogar y establece vínculos íntimos fuera de la familia. Volviendo a la referencia animal, sabemos que la madre osa se desinteresa de sus oseznos y los abandona. Los padres humanos pueden soltar a sus hijos, pero también enredarlos a perpetuidad en la organización familiar.

Tan pronto como un hombre joven se aventura fuera de su propia familia y se asocia seriamente con una mujer joven, dos parejas de padres se convierten en partes del proceso de decisiones. Incluso los jóvenes que eligen pareja en forma rencorosa, precisamente porque sus padres se oponen a la elección, también están atrapados en la imbricación parental, porque su elección no es independiente. Lo que alguna vez se denominó "elección neurótico de compañero" implica sin duda un proceso de decisión familiar.

La terapia, si logra éxito, reubica a la persona joven en una vida en la que puede desarrollar al máximo sus aptitudes potenciales. Cuando no es exitosa, el sujeto se convierte en una persona periférico; incluso puede ocurrir que la terapia contribuya a su fracaso.

El hecho de comprender que no hay un único método terapéutico adecuado para todos los adolescentes con problemas, introdujo un cambio fundamental: cada individuo está en un contexto que le es singular, y la terapia debe ser suficientemente flexible como para adaptarse a las necesidades de la situación particular. La mayoría de los adolescentes se acercan al tratamiento cuando sienten que les resulta imposible participar como quisieran en el amor o en el trabajo.

Es importante que el terapeuta reconozca, en las vidas estériles que muchos jóvenes llevan, el resultado de no haber podido desenredarse de sus familias. Lo difícil para el clínico es determinar cuáles son las restricciones que impiden al joven alcanzar una vida mas compleja e interesante, y eso a menudo es imposible si el clínico no se reúne con toda la familia.

Así como la gente joven puede evitar el matrimonio por razones intrínsecas a la familia, también puede lanzarse prematuramente al matrimonio en un intento de liberarse de una red familiar desdichada. A menudo, la tarea del terapeuta consiste en refrenar un pasaje demasiado rápido del joven a la etapa siguiente de la vida familiar, para que pueda reconocer la posible diversidad de estilos de vida.



B) Constitución de la pareja estable


Cualquiera que sea la relación entre dos personas antes del matrimonio, la ceremonia modifica en forma impredictible su naturaleza. Para muchas parejas el período de la luna de miel y el tiempo que transcurre antes de que tengan hijos es un período delicioso. Para otros no lo es; puede producirse una tensión desquiciante, capaz de romper el vínculo marital o de generar síntomas en los individuos antes de que el matrimonio se haya puesto realmente en marcha.



Aunque el acto simbólico de contraer matrimonio tiene un significado diferente para cada uno, es, ante todo, un acuerdo de que la joven pareja se compromete mutuamente de por vida. Cuando la pareja casada empieza a convivir, debe elaborar una cantidad de acuerdos, necesarios para cualquier par de personas que viven en íntima asociación. Deben acordar nuevas maneras de manejarse con sus familias de origen, sus pares, los aspectos prácticos de la vida en común, y las diferencias sutiles y gruesas que existen entre ellos como individuos. Implícita o explícitamente han de resolver una extraordinaria cantidad de cuestiones, algunas de las cuales son imposibles prever antes del matrimonio.

Es frecuente que durante este período inicial eviten la discusión abierta o las manifestaciones críticas, debido al aura benevolente que rodea al nuevo matrimonio y a que no desean herir sus respectivos sentimientos. A veces los temas que no pueden discutirse quedan enquistados en el matrimonio. En este período temprano, marido y mujer aprenden a usar, tanto como el poder de la fuerza, el poder manipulativo de la debilidad y la enfermedad.

No es posible separar fácilmente las decisiones de la pareja reciente de la influencia parental. La joven pareja debe establecer su territorio, con cierta independencia de la influencia parental, y a su vez los padres deben cambiar los modos de tratar a los hijos, una vez que estos se han casado. La involucración paterna en un nuevo matrimonio puede ser causa de desavenencias en éste, a menudo sin que nadie se dé cuenta de cuál es el origen de ese sentimiento negativo.

Algunas parejas intentan delimitar su propio territorio en forma totalmente independiente, cortando toda relación con las familias de origen. Esto no suele dar resultado y, por el contrario, tiende a desgastar a la pareja, porque el arte del matrimonio incluye el que la independencia se alcance mientras al mismo tiempo se conserva la involucración emocional con los respectivos parientes.



C) El nacimiento de los hijos


Una pareja joven que durante el primer período matrimonial ha elaborado un modo afectuoso de convivencia se encuentra con que el nacimiento de un niño plantea otras cuestiones y desestabiliza las antiguas. Cuando surge un problema durante este período no es fácil determinar la "causa", porque en el sistema familiar son muchos y diversos los ordenamientos establecidos que se revisan como resultado de la llegada de un hijo. Parejas jóvenes que consideran a su matrimonio como un ensayo, se encuentran con que la separación es menos posible. otras parejas que se creían mutuamente comprometidas, se descubren sintiéndose atrapadas con la llegada de un niño y aprenden, por primera vez, la fragilidad de su original contrato matrimonial.



Con el nacimiento de un niño, están automáticamente en un triángulo. No es un triángulo con un extraño o un miembro de la familia extensa; es posible que se desarrolle un nuevo tipo de celos cuando un miembro de la pareja siente que el otro está más apegado al niño que a él o a ella. Muchas de las cuestiones que enfrenta la pareja empiezan a ser tratadas a través del niño; si un hijo se convierte en parte de un triángulo, cuando es suficientemente grande para abandonar el hogar se suscita una crisis, porque la pareja queda frente a frente sin recurso niño interpuesto entre ellos; se reactivan entonces cuestiones irresueltas desde hace muchos años, antes de que el niño naciera.

En la etapa del cuidado de los niños pequeños se plantea un problema especial a algunas mujeres. El ser madres es algo que ellas anticipan como una forma de autorrealización. Pero el cuidado de los niños puede ser una fuente de frustración personal. Su educación las preparó para el día en que fueran adultas y pudieran emplear sus aptitudes especiales, y ahora se encuentran aisladas de la vida adulta y habitando nuevamente un mundo infantil. Por el contrario, el marido habitualmente puede participar con adultos en su mundo de trabajo y disfrutar de los niños como una dimensión adicional de su vida. La esposa que se encuentra en buena medida limitada a la conversación con niños también puede sentirse denigrada con el rótulo de ser "solamente" ama de casa y madre. El anhelo de una mayor participación en el mundo adulto para el que se preparó puede hacerla sentir insatisfecha y envidiosa de las actividades de su marido.

En ocasiones, un período de crisis es cuando los hijos empiezan la escolaridad. En el pasado, cuando un chico empezaba a portarse mal o se resistía a ir a la escuela el procedimiento habitual era dejarlo quedarse en casa mientras iniciaba una terapia individual, con la esperanza de que se recobraría y terminaría por querer ir a la escuela. Mientras tanto, se rezagaba más y más respecto de sus iguales. La orientación hacia la familia ha hecho más común el procedimiento de que el chico siga yendo a la escuela mientras se trata su situación total, reconociéndose que el problema puede residir en el hogar, en la escuela o en ambos lugares.

La escuela representa para los padres su primera experiencia con el hecho de que los hijos terminarán por dejar el hogar y ellos quedarán solos frente a frente. Es en esta etapa cuando la estructura familiar se hace más visible para un terapeuta consultado a causa de un problema infantil. Las pautas de comunicación en la familia se han hecho habituales, y ciertas estructuras no pueden adaptarse a la naciente involucración del niño fuera de la familia. Es común encontrar varios tipos de estructuras desdichadas, todas ellas vinculadas con la apertura de brechas generacionales en el seno de la familia. El problema más habitual es que un progenitor, generalmente la madre, se alíe sistemáticamente con un hijo en contra del otro progenitor; ella protestará porque él es demasiado duro con el chico; mientras él lo hará porque ella es demasiado blanda. Este triángulo puede describirse de muchas maneras; una de ellas, muy útil, es ver a un progenitor como "sobreinvolucrado" con el chico. Frecuentemente, la madre se muestra a la vez servicial y exasperada con el chico, y frustrada en sus intentos de manejarse con él. El padre es más periférico, y si interviene para ayudar a la madre, ella lo ataca y él se retira, dejándola incapacitada de manejarse eficazmente con el chico. Esta pauta se repite incesantemente, impidiendo que el chico madure y que la madre se desenganche de la crianza en beneficio de una vida propia más productiva. En tanto la pauta subsiste, el niño se convierte en el medio para que los padres se comuniquen acerca de los problemas que no pueden encarar directamente. Por ejemplo, si hay una cuestión en torno de la masculinidad del padre, que no puede encararse dentro del matrimonio, la madre puede preguntar si el hijo no es demasiado afeminado, mientras el padre puede insistir en que el muchacho es suficientemente masculino. El chico coopera comportándose en forma lo suficientemente femenina como para proporcionar argumentos a la madre, y suficientemente masculina como para apoyar al padre. Parece no saber del todo cuál es su sexo, mientras se desempeña como una metáfora dentro de este triángulo.

Este triángulo puede darse aún cuando los padres estén divorciados, ya que el divorcio legal no modifica necesariamente este tipo de problemas.



D) Período intermedio


En la familia tal como la conocemos hoy, la pareja que ha estado casada durante diez o quince años enfrenta problemas que pueden describirse en términos del individuo, de la pareja o de toda la familia. En esta época, marido y mujer están alcanzando los años medios de sus ciclos vitales. suele ser uno de los mejores períodos de la vida. El marido tal vez esté disfrutando del éxito y la mujer puede compartir ese éxito por el que ambos han trabajado. Al mismo tiempo, ella está más libre porque los niños plantean menos exigencias; le es posible desarrollar su talento y continuar su propia carrera. Las dificultades iniciales que eventualmente experimentó la pareja se han resuelto con el paso del tiempo, y su enfoque de la vida ha madurado. Es un período en el que la relación matrimonial se profundiza y amplía, y se han forjado relaciones estables con la familia extensa y con un círculo de amigos. La difícil crianza de niños pequeños ha quedado atrás, y ha sido reemplazada por el placer compartido de presenciar cómo los hijos crecen y se desarrollan en modos sorprendentes.



En esta etapa, el psicólogo clínico no ve a las familias cuando la vida marcha bien, sino sólo cuando marcha mal. Para otras muchas familias es una época difícil. con frecuencia el marido ha alcanzado un punto de su carrera en que comprende que no va a cumplir con las ambiciones de su juventud. Su desilusión tal vez afecte a toda la familia y particularmente a su situación respecto de su mujer. 0, a la inversa, el marido puede tener un éxito superior al que previó, y mientras goza de gran respeto fuera del hogar, su esposa sigue vinculándose con él como hacía cuando él era menos importante, con los consiguientes resentimientos y conflictos. Uno de los inevitables dilemas humanos es que si un hombre alcanza la mitad de la vida y ha progresado en status y en posición se vuelve más atractivo para las mujeres jóvenes, mientras que su mujer, más dependiente de su apariencia física, se siente menos atractiva para los hombres.

Cuando los niños han ingresado en la escuela, la mujer siente que debe introducir cambios en su vida. El incremento de su tiempo libre la obliga a considerar sus primitivas ambiciones en torno de una carrera, por ejemplo, y puede sentirse insegura respecto de sus aptitudes. La premisa cultural de que no basta ser ama de casa y madre se convierte más en un problema, en la medida en que los niños la necesitan menos. Por momentos, tal vez, sienta que su vida se está desperdiciando en el hogar y que su status declina, al tiempo que su marido es más importante.

Para cuando llegan estos años medios, la pareja ha atravesado muchos conflictos y ha elaborado modos de interacción bastante rígidos y repetitivos. Han mantenido la estabilidad de la familia por medio de complicadas pautas de intercambio para resolver problemas y para evitar resolverlos.

En estos años medios pueden sobrevenir graves tensiones y también el divorcio, aún cuando la pareja haya superado muchas crisis previas: La mayor parte de los otros períodos de tensión familiar aparecen cuando alguien ingresa en la familia o la abandona. Es en esta etapa cuando los hijos pasan de la niñez ala juventud. La llamada turbulencia adolescente puede ser vista como una lucha dentro del sistema familiar por mantener el ordenamiento jerárquico previo.

La resolución de un problema conyugal en la etapa media del matrimonio suele ser más difícil que en los primeros años, cuando la joven pareja atraviesa aún por un estado de inestabilidad y está elaborando pautas nuevas. En la etapa media las pautas se hallan establecidas y son habituales. Una pauta típica para estabilizar el matrimonio es que la pareja se comunique a través de los hijos; por eso, si estos dejan el hogar y la pareja vuelve a quedar frente a frente, surge una crisis.



E) "Destete de los padres"


Parece que toda familia ingresa en un período de crisis cuando los niños comienzan a irse, y las consecuencias son variadas. A veces, la turbulencia entre los padres sobreviene cuando el hijo mayor deja el hogar, mientras que en otras familias la perturbación parece empeorar progresivamente a medida que se van yendo los hijos, y en otras cuando está por marcharse el menor. En muchos casos, los padres han visto, sin dificultad, cómo sus hijos dejaban el hogar uno por uno; súbitamente, cuando un hijo particular alcanza ese edad, surgen las dificultades. En tales casos, el hijo en cuestión ha tenido, por lo general, una especial importancia en el matrimonio. Puede haber sido el hijo a través del cual los padres hicieron pasar la mayor parte de su comunicación mutua, o por el cual se sintieron más abrumados o se unieron en común cuidado y preocupación.



Una dificultad marital que puede emerger en esta época es que los padres se encuentren sin nada que decirse ni compartir. Durante años no han conversado de nada, excepto de los niños. A veces la pareja empieza a disputar entorno de las mismas cuestiones por las que disputaban antes de que llegaran los hijos. Puesto que estas cuestiones no se resolvieron, sino simplemente se dejaron de lado con la llegada de los niños, ahora resurgen.

No parece ser accidental el que la gente enloquezca -se haga esquizofrénica­ preferentemente alrededor de los veinte años, la edad en que se espera que los hijos dejen el hogar y la familia atraviesa un período de turbulencia. Cuando los padres llevan a la consulta a un adolescente definido como problema, el terapeuta puede centrarse en él y ponerlo en tratamiento individual, u hospitalizarlo. En tal caso, los padres parecen más normales y preocupados, y el hijo manifiesta conductas más extremas. Lo que, en realidad, está haciendo el experto es cristalizar a la familia en esta etapa de su desarrollo, rotulando y tratando al hijo como "el paciente". De este modo, los padres no necesitan resolver su mutuo conflicto y pasar a la siguiente etapa matrimonial, y el hijo no tiene que avanzar hacia las relaciones íntimas fuera de la familia. Una vez establecido este ordenamiento, la situación se estabiliza hasta que el hijo mejora. Si este se hace más normal e intenta seriamente casarse o mantenerse por sus propios medios, la familia entra nuevamente en la etapa del abandono del hogar por parte del hijo, y así resurgen el conflicto y la disensión. La respuesta de los padres a esta nueva crisis es retirar al hijo del tratamiento, o rehospitalizarlo por una "recaída", con lo que, una vez más, la familia se estabiliza. En la medida en que este proceso se repite, el chico se vuelve enfermo "crónico". A menudo, el terapeuta verá el problema en términos de "hijo versus padres" y se pondrá del lado del hijo-víctima, acarreando mayores dificultades a la familia. Con una perspectiva similar, el médico del hospital aconsejará a veces al joven que abandone a su familia y no vuelva a verla nunca más. Este enfoque fracasa sistemáticamente: el hijo sufre un colapso y continúa su carrera hacia la enfermedad crónica.

Cuando el joven abandona el hogar y comienza a establecer una familia propia, sus padres deben transitar ese cambio fundamental de la vida al que se llama "convertirse en abuelos". A veces tienen poca o ninguna preparación para dar este paso, si los hijos no han pasado por los rituales matrimoniales adecuados. Deben aprender cómo llegar a ser buenos abuelos, elaborar reglas a fin de participar en la- vida de sus hijos, y arreglárselas para funcionar solos en su propio hogar. A menudo, en este período tienen que enfrentar la pérdida de sus propios padres y el dolor consiguiente.
Con frecuencia las madres se sobre involucran con el hijo menor y les es difícil desengancharse de él cuando pasa a tener una vida más independiente. Si en ese momento un hijo mayor produce un nieto, la llegada de éste puede liberar a la madre de su hijo menor e involucrarla en la nueva etapa de convertirse en abuela. Si se piensa que el proceso natural es así, se comprende la importancia de conservar la involucración mutua de las generaciones. Cuando la gente joven se aísla de sus padres, priva a su hijo de abuelos también hace más difícil para estos cubrir etapas de sus propias vidas.


F) Retiro de la vida activa


Cuando una pareja logra liberar a sus hijos de manera que estén menos involucrados con ella, suelen llegar a un período de relativa armonía que puede subsistir durante la jubilación del marido. Algunas veces, sin embargo, el retiro de éste de la vida activa puede complicar su problema, pues se hallan frente a frente veinticuatro horas al día. No es raro que en esta época una esposa desarrolle algún síntoma incapacitante; el terapeuta debe centrarse entonces en facilitar a la pareja el acceso a una relación más afectuosa, en lugar de tratar el problema como si sólo involucrara a la esposa.



Aunque los problemas efectivos individuales de la gente mayor pueden tener causas diversas, una primera posibilidad es la protección de alguna otra persona. Haley comenta un caso en el que una esposa desarrolló una incapacidad para abrir los ojos y el problema se diagnosticó como histérico. El énfasis se puso sobre ella y su etapa vital. Desde un punto de vista familiar, su incapacidad podría verse como una manera de apoyar al marido durante una crisis. El problema surgió en la época en que el marido se jubiló, y se vio degradado de una vida activa y útil a lo que para él equivalía a ser puesto en un estante sin ninguna función. Cuando la esposa desarrolló su síntoma, él tuvo algo importante que hacer: ayudarla a recobrarse. La llevó de médico en médico, organizó la situación vital de ambos de manera que ella lograse funcionar aunque no pudiera ver, y se volvió extremadamente protector. Su involucración en el problema se hizo evidente cuando la esposa mejoró y entonces él empezó a deprimirse, reanimándose solamente en las épocas en que ella sufría alguna recaída.
La función utilitaria de los problemas, es decir el ¿para qué sirve un problema" es igualmente importante en los años de la jubilación, cuando dos personas sólo se tienen la una a la otra.



martes, 29 de abril de 2014

Como conseguir Trabajo


Los tiempos son difíciles y encontrar un trabajo no es exactamente una cosa fácil. Utilizando las mismas tácticas que los demás no es tan eficaz como antes solía ser. Estos tiempos requieren ser más creativo en su búsqueda de empleo.

Es necesario destacar ante los posibles empleadores para conseguir su atención. Captar su interés de alguna manera no convencional nos dará una oportunidad mucho mejor de hacernos notar entre decenas y a veces cientos de competidores por el puesto. De lo contrario tu Curriculum desaparecerá en un montón junto con los demás.
Usa tu imaginación y tu creatividad. Y lo más importante es nunca darse por vencido.

Aquí está una lista de las 30 mejores maneras de conseguir un empleo:

1. Voluntarios para un trabajo de pasante, que puede llevar a trabajar a tiempo completo.
2. Construir una pagina Web con tu currículo vitae y enviarlo a las empresas que mas nos interese.
3. Checar nuestros contactos en Facebook, Twitter, LinkedIn y otras redes sociales. Todos ellos pueden saber de trabajos que no encontraremos en otros lugares.
4. Después de una entrevista de trabajo, envíe una nota de agradecimiento. Dejará una impresión duradera.
5. Use Alertas de Google, para monitorear las empresas donde desea trabajar. Usted será el primero en saber cuando se está contratando.
6. Buscar enlaces relacionados con el área de trabajo de su interese. Una buena parte de ellos tendrá una sección de empleo.
7. Comience su propio blog y escriba sobre su área de especialización. Pronto se hará notar en la comunidad profesional.
8. Escribir artículos como invitado en otros blogs o sitios Web. Una vez más, demostrara su experiencia.
9. Averiguar cual es el talento que te hace diferente. Asegúrese de mencionarlo en sus entrevistas.
10. Esté atento a las compañías grandes que absorben compañías más chicas. Probablemente necesitaran empleados nuevos.
11. Aprender otro idioma. Las personas bilingües tienen una gran demanda.
12. Haz un video con tu curriculum vitae, o un video-entrevista, y súbelo en YouTube. Impresionara a tus entrevistadores.
13. Ir directamente a la fuente. Investiga y ponte en contacto directamente con tu potencial Jefe, en lugar de ir a través de recursos humanos.
14. Tome un trabajo inferior a su experiencia y cualidades. Este puede conducir a otras oportunidades.
15. Haga una lista de las 10 razones por las cuales la empresa te debería contratar.
16. Haga tarjetas de presentación con su información de contacto.
17. Inicie una "carta en cadena" con su curriculum vitae, ofrezca un premio a quien le consigue un trabajo.
18. Haga una presentación en PowerPoint sobre su mejor trabajo y habilidades, y llévelo a la entrevista.
19. Únase a las redes sociales de sus posibles Jefes o entrevistadores.
20. Utilice los anuncios de Facebook. Con millones de personas, un anuncio pagado puede marcar la diferencia.
21. Este siempre preparado para cualquier pregunta que le pudiera hacer el entrevistador.
22. Pegue carteles con su dirección Web cerca de la entrada de la empresa donde quiere trabajar, uno nunca sabe!
23. Haga algún trabajo voluntario, incrementara su experiencia y se vera muy bien en su lista de información adicional.
24. Socialice con otros que también están buscando un trabajo. Tanto para el apoyo mutuo como para compartir oportunidades.
25. Escribir a mano una carta. Sobre todo si tu caligrafía es buena, podría hacer notar tu curriculum entre muchos, claro siempre y cuando se vea de calidad.
26. Prepararse para la entrevista: Llama y pregunta por alguien de Recursos Humanos y preguntar acerca de la visión de la empresa y sus objetivos. Integra esto en tu presentación a la hora de la entrevista.
27. De ideas de cómo usted piensa que la compañía podría mejorar.
28. Llame un par de días después de su entrevista para confirmar su interés en la posición.
29. No se limite a quedarse en casa y buscar trabajo en línea. Las formas tradicionales de búsqueda de empleo aún dar resultados. Salga de la casa y socialice!
30. No se olviden de los métodos poco convencionales de búsqueda de empleo, como concursos y becas

Lo mejor es una recomendación

En una investigación reciente sobre las contrataciones en las empresas, se dio a conocer que los resultados muestran que mientras la mayoría de posiciones disponibles fueron ocupadas por las transferencias internas y promociones (51%), el mayor número de contrataciones para el restante 49% de los puestos vacantes fueron ocupados por las referencias o recomendaciones de los mismos empleados (26.7%).
Esta estrategia de contratación es mayor a otras fuentes externas, entre ellas las personas que solicitaron trabajo a través del sitio Web de la empresa (22.3%), publicado a través de una bolsa de trabajo (13.2%), o aplicando a través de otros métodos tradicionales de búsqueda de empleos, incluyendo ferias de universidades, ferias de empleo, y publicidad impresa (clasificados).

Estos hallazgos sugieren ciertamente que la mejor manera de encontrar su próximo trabajo es a través de alguien que usted conoce, es decir a través de una recomendación. Lo que significa que la construcción y consolidación de la red social es con frecuencia la mejor forma de optimizar su tiempo de búsqueda y lo más rápido. Con la proliferación de plataformas de medios sociales como LinkedIn, Facebook y Twitter, conocer a los tomadores de decisiones es más fácil que nunca. Si usted está en la búsqueda de empleo, pregúntate a ti mismo, que sé yo, que debo saber, y qué herramientas se puede aprovechar para hacer más conexiones y acelerar la búsqueda. De esta manera, tal vez pueda llegar a ser parte de ese 26.7% que están "buscando de manera inteligente " a través de referencias y recomendaciones.