¿Te duele el dinero?
Los conflictos con el dinero son indicadores de problemas a otro nivel. Estos problemas materiales son los mismos que, generalmente, vivimos en el plano emocional. Aquí tienes patrones donde tal vez encajes; patrones que te ayudarán a resolver lo que no resuelves.
EL AVARO
Es un ser dominado por el miedo. Su creencia: a mayor cantidad de dinero, mayor seguridad. Guarda “por si le pasa algo”, quiere “estar preparado por si…”. Siempre es negativo. Con este tipo de pensamiento crea entorno a él un malestar continuo, ya que su miedo se está retro-alimentando siempre. Su miedo es cada día mayor.
Puede llegar a tener fortunas… pero seguirá viviendo de manera miserable. Y sucede así, porqueespera que la fuerza y el poder que tanto anhela le lleguen de fuera… cuando ambas son algo interno. NADA EXTERNO MODIFICA UNA CONDUCTA CUANDO ES ALIMENTADA DESDE UN PATRÓN MENTAL.
**Estas son sus características:
EL DESPILFARRADOR
El opuesto al Avaro (aunque, según la Ley de Polaridad, ambos son iguales. Los extremos se tocan). Estamos ante una persona que no puede retener el dinero. Siempre gasta más de lo que debe y llega a quedarse sin nada, destruyendo patrimonios. Si analizamos antecedentes familiares, hallaríamos casi con seguridad una notable cantidad de avaros en su árbol genealógico.
También le habita el miedo, pero (en este caso) miedo a tener dinero y “parecerse a…” No quiere cerca una fortuna porque la relaciona con conflictos y desavenencias.
**Ésta es su principal característica:
EL QUE VIVE EN POBREZA
No sólo desde el plano material, sino desde el resto de niveles de vida. Es un ser que siente que no le quieren, se siente solo y abandonado. Reclama afecto de forma patológica (parece no alcanzarle nunca lo que le dan o le dicen, sobre todo cuando se trata de los más allegados).
El patrón mental que rige en él es éste: LA DESVALORIZACIÓN, que se traduce en “no sirvo” y “no puedo”. De ahí que active constantemente juegos muy fuertes de exigencia y auto-exigencia, rodeándose, además, de personas exigentes que le hacen vivir exigido al máximo en todas las áreas (desde la laboral, a la emocional, la familiar, la sexual…). Al ser imposible cumplirlo todo, renuncia siempre a todo. Nunca consigue nada. Se auto-sabotea cada día.
**Estas son sus características:
EL COMPULSIVO
La compulsión funciona desde patrones mentales que garantizan sufrimiento. Compulsión en gasto, en comida, en bebida, en sexo, hasta en fumar; personas ‘enganchadas’ al malestar.
Aparece en los inicios como un auto-castigo, pero va creciendo hasta una auto-destrucción si no se detiene. Comienza así: “Voy a comprarme algo para darme un gusto” (o, en otra versión, “voy a quedar con esta persona para darme un gusto”); y la tarjeta electrónica empieza a funcionar… o lo que tenga que funcionar en cada caso. Llega el descontrol. Lo que comenzó como un ‘regalo’ se transforma en enojo, culpa, críticas… y más culpas.
No existe el disfrute, pero a la vuelta de la esquina regresa el deseo de más. Una droga real (en los jugadores, la culpa es aún mayor porque la pérdida material que enfrentan perjudica a los seres que más quieren).
**Estas son sus características:
¿CÓMO CAMBIO?
En primer lugar, tomando CONCIENCIA de dónde estás. Cuál de los anteriores patrones te mueve. Asúmelo… y di SÍ a dejarlo atrás definitivamente en tu vida. A empezar un importante trabajo de acción para cambiar y dejar de sufrir.
Después, ésta es la consigna: NO ME IMPORTA EL DINERO. Debes hacerla tuya como el respirar.
– Si lo tienes, si tienes dinero, te habrás desapegado de él y nunca te va a faltar porque lo has encajado en tu vida en la “frecuencia suministro”. No intervienes en ella y el dinero llegará siempre a ti conforme a tu necesidad.
– Si no lo tienes, algo impide en tu vida la comunicación con el dinero. Analízalo. Puede que digas “no me importa” como sinónimo a “me supera”, “no puedo”, “no lo merezco” o “no sirvo”. Puede que te estés rigiendo por un patrón de desvalorización. No es posible que no te interese algo que está presente en cada acto de nuestra vida. Ten esto en cuenta: NO HAY NADA GRATIS; cuando algo es gratuito, siempre hay un costo para alguien: lo que vale lo está pagando otra persona.