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viernes, 25 de abril de 2014

Ojos bien cerrados / Eye Wide Shut (primera parte)

Esta película no es apta para gente que hace honor al nombre de la misma y van por la vida con los ojos bien cerrados.

Recuerdo que cuando la vi por primera vez fue en la preparatoria y gracias a mi maestro de Filosofía (Dentro de mi top ten como maestro en toda mi vida) esa primera vez recuerdo que no entendí mucho de la película y se me hizo algo lenta, nunca olvidare la escena donde Tom Cruise entra a este club privado donde se llevan a cabo orgias sexuales de lo más alocado (para 1999) mientras que va sonando una melodía que en lo personal me causaba temor y recuerdo muy bien que no solo era la melodía si no la escena y el lugar en si  me causaba temor, algo raro si es que estamos hablando de un adolescente que está sentado frente a la tv lleno de desnudos y de mujeres mostrando sus hermosos cuerpos por pantalla y sin pudor, pero el punto focal fue lo que me ocasiono esa escena en ese entonces a mi hermosa y joven edad de 16 años.
Tiempo después ya cursando la carrera de Psicología tuve la oportunidad de volverla a ver para mi clase de psicoanálisis, allí entendí mejor la película pero sin llegar a disfrutarla porque tenía que hacer un reporte y ensayo de la misma, y digo a quien le gusta ver una película cuando tienes que estar analizando detalle a detalle sin tener todavía esa habilidad de hacerlo de manera natural.
Bueno después de este  preámbulo quiero contarles que el día Miércoles volví a ver esta película, con la diferencia de que esta vez tuvo todos los ingredientes le entendí, analice y disfrute como pocas.
El análisis de la película me lleva a separarla en estos temas

La pareja moderna
Una pareja fría, egoísta y profundamente insatisfecha, que parece estar atados no por puro amor, sino por otros factores, como la comodidad y las apariencias. Ya saben el típico estereotipo de pareja perfecta de la sociedad, hombre guapo, doctor y exitoso, la mujer bella y siempre esperando en casa al esposo y su hija envidia de muchos mortales, bien portada y no rompe ni un plato digna para presumir ante la sociedad (digo quien quiere un niño todo vuelto loco corriendo por todos lados manchado de dulce y con manos sucias). Mientras que la pareja es muy “moderna” y de “clase alta”, las fuerzas que mantienen

juntos son el resultado del comportamiento básico, primordial y casi animal. Si nos fijamos en el comportamiento instintivo de los seres humanos y los animales, los hombres se ven sobre todo para las mujeres que tienen buenas cualidades de procrear mientras que las mujeres buscan un proveedor fuerte. Los restos de estos comportamientos todavía existen hoy en día como los hombres tienden a mostrar la riqueza y el poder para atraer a las hembras, mientras que las mujeres muestren su belleza para atraer a los machos.

Tom Cruise se llama Dr. Bill como en el billete dólar.
Varias veces durante la película, el Dr. Bill cualquiera agita su dinero o su “insignia doctor” a la gente para que hagan lo que él quiere. Bill es parte de la clase alta y su trato con la gente de la clase baja a menudo se resuelven con dinero. El lema de Dr. Bill es probablemente “Todo el mundo tiene un precio”. ¿Su propia esposa tiene un precio?

Nicole Kidman, Alice (en el País de las Maravillas)
Perdió su trabajo en el mundo del arte y ahora es totalmente dependiente del salario de su marido. Aunque ella vive muy cómodamente, Alice parece estar muy aburrida de su vida como si viviese en la casa de su madre. El nombre de Alice es más probable una referencia a la protagonista de Alicia en el País de las Maravillas – un cuento de hadas sobre una niña privilegiada que está aburrida con su vida y que va “a través del espejo” para terminar en Wonderland.  Se muestra a menudo mirando el espejo – aseo misma o tal vez en busca de algo más en la vida.

Bill y Alice van a una fiesta con clase dada por Victor Ziegler, uno de los pacientes ricos de Bill, a partir de esta fiesta se cae la fachada de este estereotipo de pareja ya que gracias a que los dos personajes por separados tienen encuentros con personas que despiertan esa parte de libido que tenían apagada, esa parte de deseo sexual que estaba como piloto de boiler a punto de apagarse. Al día siguiente, Alice le dice a Bill que ella podría haberle engañado durante la fiesta. Cuando Bill le dice a su esposa que ama y confía en ella, se pierde por completo. Se procede entonces a contarle una historia sobre cómo ella le engañó una vez con un oficial naval que conoció en un hotel. Esto provoco en Bill la caída de sus estructuras, arquetipos,

estereotipos y en especial su fantasía de “familia perfecta” la cual era realmente imperfecta como todo ser humano. Bill reacciona de manera que va caminando todos los días por la ciudad de New york buscando “venganza” de le ha hecho su esposa, lo busca no de una manera directa y agresiva, pero, que hace un Doctor caminando todos los días por New York a altas horas de la noche si no buscar aventura, esto se corrobora con la escena en que Biil acompaña a una prostituta a su casa.

Hasta aquí dejo la primera parte de tan interesante película realizada por Stanley Kubrick basada en el libro Relato soñado, de Arthur Schnitzler. Dejo aquí el análisis ya que la tinta se acaba y las ideas demandan un poco de fiesta. 

martes, 18 de marzo de 2014

Freud S, Consejos al médico en el tratamiento psicoanalítico (1912)

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Reglas técnicas:
a)       Para retener en la memoria los innumerables nombres, fechas, detalles del recuerdo, asociaciones y manifestaciones patológicas que el enfermo va produciendo en el curso de un tratamiento prolongado meses enteros y hasta años, sin confundir este material con el suministrado por otros pacientes en el mismo período de tiempo o en otros anteriores, la primera regla rechaza todo medio auxiliar, incluso la anotación, y consiste simplemente en no intentar retener especialmente nada y acogerlo todo con una igual atención flotante
b)       No tomar apuntes, formar protocolos, etc., durante las sesiones con el analizado. Al anotar o taquigrafiar las comunicaciones del sujeto realizamos forzosamente una selección perjudicial y consagramos a ello una parte de nuestra actividad mental, que encontraría mejor empleo aplicada a la interpretación del material producido
c)      La anotación de datos durante las sesiones del tratamiento podía justificarse con el propósito de utilizar el caso para una publicación científica. Los protocolos detallados resultan fatigosos para el lector, sin que siquiera puedan darle en cambio la impresión de asistir al análisis.
d)      Antes de terminar el tratamiento no es conveniente elaborar científicamente un caso y reconstruir su estructura e intentar determinar su trayectoria fijando de cuando en cuando su situación. Obtenemos los mejores resultados terapéuticos en aquellos otros en los que actuamos como si no persiguiéramos fin ninguno determinado, dejándonos sorprender por cada nueva orientación y actuando libremente, sin prejuicio alguno. La conducta más acertada para el psicoanálisis consistirá en pasar sin esfuerzo de una actitud psíquica a otra, no especular ni cavilar mientras analiza y espera a terminar el análisis para someter el material reunido a una labor mental de síntesis
e)    He de recomendar calurosamente a mis colegas que procuren tomar como modelo durante el tratamiento psicoanalítico la conducta del cirujano, que impone silencio a todos sus afectos e incluso a su compasión humana y concentra todas sus energías psíquicas en su único fin: practicar la operación conforme a todas las reglas del arte
f)        Del mismo modo que el analizado ha de comunicar todo aquello que la introspección le revela, absteniéndose de toda objeción lógica o afectiva que intente moverle a realizar una selección, el medico habrá de colocarse en situación de utilizar, para la interpretación y el descubrimiento de lo inconsciente oculto, todo lo que el paciente le suministra, sin sustituir con su propia censura la selección a la que el enfermo ha renunciado
g)      Resulta muy atractivo para el psicoanalista joven y entusiasta poner en juego mucha parte de su propia individualidad para arrastrar consigo al paciente e infundirle impulso para sobrepasar los límites de su reducida personalidad. Pero con esta técnica abandonamos el terreno psicoanalítico y nos aproximamos al tratamiento por sugestión; incapacita al sujeto para vencer las resistencias más profundas y fracasa siempre en los casos de alguna gravedad, provocando en el enfermo una curiosidad insaciable que le inclina a invertir los términos de la situación y a encontrar el análisis del medico más interesante que el suyo propio
h)    En la solución de las inhibiciones de la evolución psíquica se le plantea espontáneamente la labor de señalar nuevos fines a las tendencias libertadas. Pero también en esta cuestión debe saber dominarse el medico y subordinar su actuación a las capacidades del analizado más que a sus propios deseos

i)         ¿En qué medida debemos requerir la colaboración intelectual del analizado en el tratamiento? Es difícil fijar aquí normas generales. Habremos de atenernos ante todo a la personalidad del paciente, pero sin dejar de observar jamás la mayor prudencia. Para llegar a la solución de los enigmas de la neurosis no sirve de nada la reflexión ni el esfuerzo de la atención o la voluntad y sí únicamente la paciente observancia de las reglas psicoanalíticas que le prohíben ejercer crítica alguna sobre lo inconsciente y sus productos. La obediencia a esta regla debe exigirse más inflexiblemente a aquellos enfermos que toman la costumbre de escapar a las regiones intelectuales durante el tratamiento y reflexionan luego mucho, y a veces muy sabiamente, sobre su estado, ahorrándose así todo esfuerzo por dominarlo