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martes, 18 de marzo de 2014

Freud S, Consejos al médico en el tratamiento psicoanalítico (1912)

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Reglas técnicas:
a)       Para retener en la memoria los innumerables nombres, fechas, detalles del recuerdo, asociaciones y manifestaciones patológicas que el enfermo va produciendo en el curso de un tratamiento prolongado meses enteros y hasta años, sin confundir este material con el suministrado por otros pacientes en el mismo período de tiempo o en otros anteriores, la primera regla rechaza todo medio auxiliar, incluso la anotación, y consiste simplemente en no intentar retener especialmente nada y acogerlo todo con una igual atención flotante
b)       No tomar apuntes, formar protocolos, etc., durante las sesiones con el analizado. Al anotar o taquigrafiar las comunicaciones del sujeto realizamos forzosamente una selección perjudicial y consagramos a ello una parte de nuestra actividad mental, que encontraría mejor empleo aplicada a la interpretación del material producido
c)      La anotación de datos durante las sesiones del tratamiento podía justificarse con el propósito de utilizar el caso para una publicación científica. Los protocolos detallados resultan fatigosos para el lector, sin que siquiera puedan darle en cambio la impresión de asistir al análisis.
d)      Antes de terminar el tratamiento no es conveniente elaborar científicamente un caso y reconstruir su estructura e intentar determinar su trayectoria fijando de cuando en cuando su situación. Obtenemos los mejores resultados terapéuticos en aquellos otros en los que actuamos como si no persiguiéramos fin ninguno determinado, dejándonos sorprender por cada nueva orientación y actuando libremente, sin prejuicio alguno. La conducta más acertada para el psicoanálisis consistirá en pasar sin esfuerzo de una actitud psíquica a otra, no especular ni cavilar mientras analiza y espera a terminar el análisis para someter el material reunido a una labor mental de síntesis
e)    He de recomendar calurosamente a mis colegas que procuren tomar como modelo durante el tratamiento psicoanalítico la conducta del cirujano, que impone silencio a todos sus afectos e incluso a su compasión humana y concentra todas sus energías psíquicas en su único fin: practicar la operación conforme a todas las reglas del arte
f)        Del mismo modo que el analizado ha de comunicar todo aquello que la introspección le revela, absteniéndose de toda objeción lógica o afectiva que intente moverle a realizar una selección, el medico habrá de colocarse en situación de utilizar, para la interpretación y el descubrimiento de lo inconsciente oculto, todo lo que el paciente le suministra, sin sustituir con su propia censura la selección a la que el enfermo ha renunciado
g)      Resulta muy atractivo para el psicoanalista joven y entusiasta poner en juego mucha parte de su propia individualidad para arrastrar consigo al paciente e infundirle impulso para sobrepasar los límites de su reducida personalidad. Pero con esta técnica abandonamos el terreno psicoanalítico y nos aproximamos al tratamiento por sugestión; incapacita al sujeto para vencer las resistencias más profundas y fracasa siempre en los casos de alguna gravedad, provocando en el enfermo una curiosidad insaciable que le inclina a invertir los términos de la situación y a encontrar el análisis del medico más interesante que el suyo propio
h)    En la solución de las inhibiciones de la evolución psíquica se le plantea espontáneamente la labor de señalar nuevos fines a las tendencias libertadas. Pero también en esta cuestión debe saber dominarse el medico y subordinar su actuación a las capacidades del analizado más que a sus propios deseos

i)         ¿En qué medida debemos requerir la colaboración intelectual del analizado en el tratamiento? Es difícil fijar aquí normas generales. Habremos de atenernos ante todo a la personalidad del paciente, pero sin dejar de observar jamás la mayor prudencia. Para llegar a la solución de los enigmas de la neurosis no sirve de nada la reflexión ni el esfuerzo de la atención o la voluntad y sí únicamente la paciente observancia de las reglas psicoanalíticas que le prohíben ejercer crítica alguna sobre lo inconsciente y sus productos. La obediencia a esta regla debe exigirse más inflexiblemente a aquellos enfermos que toman la costumbre de escapar a las regiones intelectuales durante el tratamiento y reflexionan luego mucho, y a veces muy sabiamente, sobre su estado, ahorrándose así todo esfuerzo por dominarlo

martes, 25 de febrero de 2014

TRASTORNO BORDERLINE

   El trastorno borderline tiene una innegable repercusión social. Una de las características de la sociedad actual es el hundimiento de los valores. En lugar de los valores sobresalen hoy en día cuestiones como sentimientos de apatía, desesperanza y vacío de sentido, los cuales tienden a ser compensados por diversos mecanismos, entre los que podemos destacar: adicciones variadas, conductas delincuenciales, auto y heteroagresividad. La autoidealización narcisista sustituye a los ideales culturales. Es el trastorno que esta de “moda” en estos tiempos asi como en el tiempo de Freud era la histeria.

   Se trata de sujetos con claras falencias en la estructuración de la personalidad, este trastorno encuentra como vía de canalización las siguientes cuestiones el uso indebido de drogas, trastornos antisociales, alcoholismo y agresividad, entre otras.

Alteraciones de las siguientes funciones yoicas:

1) Autonomía, relacionada con la creatividad y la identidad;
2) autovaloración;
3) agresión constructiva;
4) tolerancia a la frustración;
5) alteración en la regulación de los límites, a partir del yo, entre mundo inconsciente y realidad exterior;
6) la integración;
7) la formación de conceptos;
8) el planeamiento realista.

  • El trastorno clave es la discontinuidad en el desarrollo de las relaciones objetales internalizadas.


à La labilidad yoica o del self y en la difusión de la identidad

à Las ansiedades psicóticas y los mecanismos caracterológicos neuróticos que se erigen frente a éstas

Los trastornos del carácter de menor nivel que presentan son:

1) Angustia:
Es crónica y difusa, La desrrealización y la despersonalización aparecen como extremos

2) Incapacidad para sentir:
El paciente toma conciencia de un vacío afectivo cercano a la despersonalización, sufren por su incapacidad para sentir y a veces hacen escenas de tipo histérico, tienen reacciones emocionales exageradas, ingieren alcohol o drogas, cometen delitos o tienen relaciones sexuales patológicas para librarse de su vacío y anestesiarse.

3)  Depresión:
           El tipo de afecto depresivo ayuda a evaluar el grado de integración del súper yo. En el caso del borderline hay cólera o rabia contra el objeto considerado frustrante. La depresión es muy variable, en función del ambiente y sin cambios

4) Intolerancia a estar solo:
La idealización tan frecuente en los borderline implica disociación, negación de los aspectos rechazados del objeto y proyección de los mismos a un objeto desvalorizado

5) Anhedonia:
             Es la incapacidad de sentir placer, entendido como la obtención de satisfacción a partir de un estímulo determinado o las sensaciones de bienestar que dan las gratificaciones o el logro de objetivos.

6) Neurosis polisintomáticas:
             Síntomas obsesivos compulsivos, Reacciones disociadoras, Estados de ensoñación, fugas y amnesia con trastornos de conciencia etc.

7) Tendencias sexuales perversas polimorfas:
              Suelen coexistir varias tendencias en forma de fantasías o de acciones

8) Breves episodios psicóticos:
               Incluyen la perdida de realidad y de personalidad

9) Adaptación social:
                 Si bien se habla clásicamente de una adaptación superficial, ésta no es tal. Conviene hablar de una adecuación ante determinadas circunstancias.

CONCLUSIÓN

            Que es lo que realmente nos provoca el problema, si es que depende el contexto histórico por el cual se este pasando para que se ponga de “moda” uno u otro tipo de trastorno.

Este tipo de trastorno yo le encuentra aparte de la visión psicoanalista de su causa, una causa social o de contexto social. Podremos decir que  mi generación (1983) es de Neurótico e histéricos y la siguiente de borderline es decir estas generaciones de las redes sociales y smartphones.

BIBLIOGRAFIA DSM IV. Manual Estadístico de Desórdenes Mentales W.R.D. Fairbairn, Estudio psicoanalítico de la personalidad, Buenos Aires, Hormé Paidós, 1970 S. Freud, Obras completas Psicopatologia de Adultos psicotica R. Grinker y otros, El síndrome borderline, Nueva York, Basic Books, 1968 O. Kernberg, Trastornos graves de la personalidad, México, El Manual Moderno, 1987