Motivación para el tratamiento
Para los adultos la motivación en la terapia ya esta dada (Siempre y cuando se acuda por su propia voluntad), encontrar el saber que se desconoce, la cura o como se le quiera entender a lo que un paciente busca con la terapia. Mientras que en un niño no, el niño va ser mandado al psicólogo no por los problemas que el pueda percibir en si mismo, si no por los que “ocasiona” o se cree que “ocasiona” a terceros.
Discernimiento de los objetivos del tratamiento.
Tan sencillo como que un adulto sabe a que quiere llegar con la terapia, eso de entrada y por consiguiente se puede plantear metas nuevas junto con el terapeuta para lograr los objetivos de la terapia. En el niño es mas difícil que se presente esto, de entrada si no le es interesante no se llegara a ningún.
Desarrollo Lingüístico
En un adulto el lenguaje es amplio y puede comunicar sus sentimientos de una manera verbal con mayor claridad. En un niño encontraremos que mayor medida se expresara mediante comunicación no verbal (gestos, tic, etc.…)
Dependencia de Fuerzas Ambientales
La mayoría de los adultos son más independientes, mientras que en un niño podremos encontrar una dependencia a algún espacio físico, objeto o persona para que este se desenvuelva con confianza.
Plasticidad de la Personalidad
Una estructura de personalidad ya formada, mientras que los niños están en la formación de esta, por lo mismo encontraremos incongruencias que nos dificultara la integración en terapia
Implicaciones del Tratamiento Infantil
1) Establecimiento de reglas y establecer pautas para sesiones posteriores.
2) Encontrar la manera de resaltar la motivación del niño hacia la terapia
3) Guiarse no solo a lo verbal si no también al lenguaje corporal
4) Establecer un ambiente en el cual el niño se encuentre en confianza
5) Procesos de intervención