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sábado, 24 de mayo de 2014

DISLEXIA

Una primera definición sencilla de la dislexia es la que nos dice que es el problema para aprender a leer que presentan niños cuyo coeficiente intelectual es normal y no aparecen otros problemas físicos o psicológicos que puedan explicar las dichas dificultades.

Dislexia es la dificultad para interpretar o generar lenguaje, especialmente escrito. Los dislexicos normalmente generan un pensamiento ordenado a partir del lenguaje hablado, pero tienen dificultades para hacerlo con el lenguaje escrito.

            La raíz del problema está en su modo imaginativo de afrontar, inconscientemente, la mayor parte de las situaciones de la vida y también el aprendizaje de la escritura es decir, las personas dislexicas piensan predominantemente con imágenes, no con palabras, y es por esto que tienen dificultad para aprender a trabajar con símbolos como las letras o los números. Ante esta situación se produce confusión, desorientación y sienten frustración lo cual, hace que empiecen a experimentar percepciones distorsionadas y desarrollan bloqueos de aprendizaje que les impide avanzar.

            Puesto que hoy el sistema de aprendizaje está basado principalmente en el lenguaje escrito, la dislexia origina multitud de problemas de distinto grado. Si debido a ellos no queda alterada la personalidad, una vez superada la etapa de aprendizaje su modo de ser imaginativo les ayuda a salir adelante en la vida y suele presentar un balance positivo en el conjunto de su existencia ya que, son numerosas las personas disléxicas que tienen capacidades compensatorias, como la agudeza visual-espacial que le lleva, por ejemplo, a ser muy buenos ingenieros o arquitectos. Otros han desarrollado un talento creativo después de manifestar dificultades a la hora de aprender a leer y a escribir.

            La dislexia suele ser detectada durante la infancia aunque puede afectar a cualquier persona a lo largo de su vida.

            La ambigüedad de la definición de este trastorno, hace que varíe el número de personas dislexicas. Se estima que puede afectar a un 1 o 2 % de la población mundial aunque algunos investigadores afirman que entre un 10 y un 20 % de la población  presenta rasgos disléxicos en diferentes grados de intensidad

Siendo la dislexia en principio un problema de aprendizaje, acaba por crear una personalidad característica que en el aula se hace notar o bien por la inhibición y el retraimiento o bien por la aparición de conductas disruptivas, hablar, pelearse, no trabajar,.. como formas de obtener el reconocimiento que no puede alcanzar por sus resultados escolares.

En el aula la dislexia se puede detectar inicialmente por el retraso en el aprendizaje de la lecto-escritura, las peculiaridades que se dan cuando consigue iniciar el aprendizaje, la lentitud, la tendencia al deletreo, la escasa comprensión lectora debida a la falta de ritmo , la ausencia de puntuación. A medida que los cursos pasan, los problemas se agudizan, ya que el estudio, y el trabajo escolar en general se basa en las habilidades que el niño no tiene y se retrasa progresivamente. Así, la dificultad lectora, la escasez de comprensión, llevan a malos resultados escolares, mal autoconcepto, actitudes de desgana y conductas en ocasiones, disruptivas, perturbadoras del buen funcionamiento del clima del aula.

Ocurre con gran frecuencia que al niño se le tacha de vago, distraído y se atribuye a estas características su mal funcionamiento escolar, presionándole para que trabaje, atienda, y de alguna manera menospreciándolo por su incapacidad para aprender