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martes, 10 de junio de 2014

síntomas de que estás en la zona de confort

1. Crees que has logrado todas tus metas.

El éxito mal manejado puede ser contraproducente; creer que tienes todo, limita el sano inconformismo de pensar en qué puedes mejorar y más aún elimina la capacidad de crear e innovar.
 
2. Crees que nada puede afectar negativamente tu estado actual. 
La sensación de invulnerabilidad generalmente es una forma de negar la existencias de riesgos. No es que nada te pueda afectar, sino que decides ignorar lo que te preocupa y confiar ciegamente en que nada va a pasar.

3. Consideras que nada puede mejorar tu situación. 

El conformismo es otra forma de negar nuevas oportunidades y generalmente termina sirviendo para autojustificar tu decisión de no intentar cosas nuevas por temor a perder lo que ya tienes.
 

4. Ves algunas cosas que quisieras hacer, pero no actúas por "razones justificadas". 

A veces tu eres el obstáculo de tu progreso. Eres un ser racional pero tu inteligencia se pierde explicándote por qué dejaste de hacer algo, de una manera que te suene creíble.
 

5. Te alejas de personas que no comparten tu visión de "estabilidad". 

No es que los demás no tengan puntos válidos; es que simplemente no piensan como tú.
 
6. Te parece bien verte en unos años haciendo lo mismo y recibiendo iguales beneficios.
Al aceptar tu zona de confort, esto implica creer que va a durar de manera indefinida, por lo que aceptas que al hacer lo mismo, en un futuro seguirás igual de "bien".

 7. Sientes que tienes talentos sin aprovechar, pero no te importa porque ya no los necesitas. 

Al convencerte de que ya tienes lo que quieres, lo que no has usado, sin importar que tan bueno seas en ello ni que tanto lo disfrutes; es simplemente innecesario. Dejas de hacer lo que disfrutas por lo que simplemente necesitas.

8. Hay personas cercanas que se asombran al saber que sigues igual. 

Al estar encerrado en tu zona de confort, quienes no están en ella o simplemente andan en la suya, pueden ver fallas en tu visión de estabilidad. Esas personas son las que siempre dicen: ¿Aún sigues ahí?…. Que bueno… eres muy estable.
 

9. Aceptas tus limitaciones como absolutas y tolerables sin cuestionar. 

El conformismo generado en la zona de confort te lleva simplemente a vivir con lo que puedes, incluyendo lo que no puedes hacer ni obtener. La resignación es muy fuerte y sirve para negarte que puedes hacer algo por mejorar.
 

10. Estás explicando constantemente a tus amigos y conocidos el motivo para seguir como estás. 

Si tu estado actual fuera aceptable, no deberías estar justificando con nadie el por qué estás ahí.
 

11. Tienes amigos que han actuado, cuando tu no lo has hecho y han logrado algo. 

Has dejado de aprovechar oportunidades que otros han tomado y para tí fue solo cuestión de suerte el que ellos hubieran podido lograr una meta a la que tu pudiste llegar también. Pero no importa, para ti no justificaba el riesgo. 

12. Ves cualquier elemento que pueda afectar tu estado actual como una amenaza, sin evaluarlo. 

Ya sea una oportunidad o un riesgo, lo intentas evitar porque amenaza tu estabilidad.

13. Siempre piensas que no tienes los recursos o el conocimiento suficiente para aprovechar algunas oportunidades. 

Siempre dejas de intentar ideas porque sientes que no tienes como lograrlas y aún cuando alguien te dice que puedes hacer algo, siempre encuentras la manera de explicar de una manera razonable, por qué no te conviene actuar.


14. Te quejas de muchas cosas y no haces nada para buscar mejorarlas. 

La queja de adultos no es más que la evolución del berrinche o pataleta de niños. Te sientes mal, lo expresas, pero al final, eso no te dará lo que quieres y seguirás igual.
 

15. Has aceptado como ciertos muchos de los síntomas que has leído hasta aquí y aún crees que todo está bien. 

La racionalización es la forma como nos autoexplicamos cosas para convencerte de que están como las deseas y te ayuda a ignorar lo que no quieres aceptar. Al final todo, incluyendo lo malo, te suena razonable, creíble y más aún te crees capaz de convencer a otros de tener el criterio para tomar la decisión.

Buscar la estabilidad y disfrutarla no está mal; lo que está mal es creer de manera absoluta en que nada se puede mejorar y que no puedes hacer nada por ti y por los que te rodean, más que seguir igual,  quejándote por lo que no te gusta, sin actuar.

Estar en la zona de confort no es malo; pero creer que siempre va a ser así puede traer consecuencias catastróficas, Aprovecha la estabilidad para buscar nuevas ideas de manera tranquila, pero deseando siempre hallar una mejor manera de hacer las cosas y progresar.
Escrito por Germán Andrés Castaño Vásquez

miércoles, 28 de mayo de 2014

MENINGITIS

Es una infección que causa inflamación de las membranas que cubren el cerebro y la médula espinal. La meningitis no bacteriana con frecuencia es denominada "meningitis aséptica", mientras que la meningitis bacteriana se puede denominar "meningitis purulenta
Las causas más comunes de la meningitis son infecciones virales que generalmente se resuelven sin tratamiento. Sin embargo, las infecciones bacterianas de las meninges son enfermedades extremadamente serias y pueden producir la muerte o daño cerebral aún si se tratan. Esta enfermedad también es ocasionada por hongos, irritaciones a causa del uso de sustancias químicas o alergias a drogas y tumores.
Los tipos de meningitis son, entre otros:
  • Meningitis criptocócica
  • Meningitis sifilítica aséptica
  • Meningitis por H. influenzae
  • Meningitis meningocócica
  • Meningitis neumocócica
  • Meningitis estafilocócica
  • Meningitis tuberculosa
  • Meningitis aséptica
  • Meningitis por gram negativos
  • Meningitis carcinomatosa (meningitis debida al cáncer)
La meningitis bacteriana aguda es una verdadera emergencia médica que requiere tratamiento de hospitalización inmediato. Las cepas de bacterias que causan la meningitis incluyen Streptococcus pneumoniae, Haemophylus influenzae, Neisseria meningitidis (meningococo), Listeria monocytogenes y muchos otros tipos de bacterias. En los Estados Unidos, se presentan aproximadamente 17.500 casos de meningitis bacteriana cada año.
La meningitis viral es más moderada y más frecuente que la meningitis bacteriana. Generalmente se desarrolla al final del verano y comienzo del otoño, con frecuencia afecta a los niños y las personas menores de 30 años. El 70% de las infecciones se presentan en niños menores de 5 años. La mayoría de los casos de meningitis viral está asociada con enterovirus, que son los que comúnmente causan la constipación estomacal.
Sin embargo, muchos otros tipos de virus también pueden producir la meningitis; por ejemplo, la meningitis viral puede presentarse como una complicación en personas con herpes genital. Recientemente, el virus de oeste del Nilo, que se disemina por medio de la picadura de un mosquito, se ha convertido en la causa de meningitis viral en la mayor parte de los Estados Unidos y, aparte de causar meningitis viral, dicho virus también puede causar encefalitis en algunos pacientes y un síndrome similar a la polio en otros.


Síntomas     
  • Fiebre y escalofríos
  • Dolor de cabeza severo
  • Náuseas y vómitos
  • Cuello rígido ("meningismo")
  • Sensibilidad a la luz (fotofobia)
  • Cambios en el estado mental
Los síntomas adicionales que pueden estar asociados con esta enfermedad son:
  • Disminución del estado de conciencia
  • Taquipnea
  • Inquietud
  • Opistótonos (rigidez severa del cuello, que produce finalmente una posición característica arqueada vista en bebés y niños pequeños)
  • "Fontanelas protruyentes" que se pueden observar en los bebés
  • Alimentación deficiente o irritabilidad en niños

La meningitis es una causa importante de fiebre en los neonatos, por lo que con frecuencia se le practica una punción lumbar a los que presentan fiebre de origen incierto.