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sábado, 5 de julio de 2014

Agorafobia


El miedo a salir de casa es uno de los síntomas de los altos niveles de ansiedad, también conocido como agorafobia.  La agorafobia se presenta cuando tienes ataques de pánico, y por lo mismo, se genera el miedo a estar fuera de casa. Aquí te presento algunas ideas para ir disminuyendo.


La agorafobia normalmente va en incremento, empieza como una pequeña idea de que cuando sales te sientes mal y poco a poco, mientras más lo vas evitando, más miedo te va dando y menos vas saliendo de casa, reforzando cada vez más la creencia equivocada de que estar en casa es seguro y salir es peligroso.

El ciclo vicioso consta básicamente de lo siguiente:
Salgo de casa, me siento mal, llegan síntomas extraños, regreso a casa pensando ¿qué me pasó?, llego a la conclusión de que me sentí mal por estar fuera y que en casa me siento bien, la próxima vez que salgo lo hago con cierto temor y con ideas anticipatorias de “ojalá no me sienta mal otra vez”, como ya vas nervioso, sales y te empiezas a sentir mal otra vez, reforzando la creencia de que salir es peligroso.

Regresas a casa y la evitación a salir aumenta, aumentando tu nervio la próxima vez que tienes que salir y aumentando los síntomas extraños cuando sales.

Al hacer esto, dejas de hacer las actividades que realizas, te alejas de las personas que te traen al presente, y aumenta la obsesión sobre la idea y sobre tu ansiedad, haciendo que baje tu motivación, empieces a deprimirte y refuerces la creencia de que no puedes y no debes salir de casa.
De esta forma, es un ciclo vicioso en aumento, y todo empezó por creer que estar fuera era la causante de que te sintieras mal.

El cerebro tiene un pegamento interno
Esto significa que cuando saliste de casa aquella vez y te sentiste mal, con síntomas extraños como el mareo, sudoración y taquicardia, tu cerebro sacó un pritt y pegó la circunstancia o lugar en donde estabas junto con ese episodio tan horrible.  Entonces, si te pasó en la calle, llegó a la conclusión de que salir te genera ansiedad, y que lo mejor será evitarlo.
Llegas a la conclusión equivocada de que estar fuera de tu casa es la causa principal de sentirte mal, y esto no es verdad, tan sólo fue que al salir se te activó mucho más tu sistema de alerta y de alarma y tu cuerpo ya no pudo soportar más estar así, pero eso te puede suceder en cualquier situación en la que te sientas en riesgo.
De la misma forma te puede pasar que si la primera vez que te dio un ataque de pánico fue un día que comiste palomitas, llegas a la conclusión de que las palomitas te caen mal.
La otra conclusión equivocada que la mayoría de las personas con ansiedad llegan, es que la noche les genera ansiedad, pues es ahí cuando peor se sienten, pero no es por la noche, es por lo que la noche les hace sentir.
La noche, la calle, los demás, la comida… todo eso es inofensivo, lo que te genera ansiedad es cómo estás interpretando todo eso.


Crees que estar sólo es peligroso
Como realmente crees que si te da un episodio de ansiedad o ataque de pánico estás en peligro, y que realmente te puede dar un ataque al corazón o puedes perder el control de la situación, entonces prefieres estar siempre acompañado.
Te da miedo estar sólo porque piensas “¿y si me pasa algo?”.  Por eso evitas salir de casa sólo, pues crees que se aumenta el peligro. Sólo, rodeado de gente extraña, expuesto a los peligros de la ciudad… seguro me voy a sentir mal o algo malo me pasará.

Necesitas regresar a tu cueva segura
Como la ansiedad es el extremo de sentirte inseguro y en riesgo, es casi instintivo que quieras regresar a la panza de tu mamá, o a la protección de la cueva de tu papá.  Quieres regresar emocionalmente a ese lugar donde no existían preocupaciones y te sentías cuidado por tu papá o tu mamá.
Salir a la calle tu sólo es la expresión máxima de libertad y autonomía, y el que no quieras hacerlo, significa que estás queriendo sentirte seguro y protegido por tu cueva materna.  Si pudieras, regresarías a su panza y te instalarías ahí, estaría rico ¿cierto?

Las noticas no ayudan
Además de que internamente te sientes en peligro y en riesgo, las noticias y la violencia en la sociedad no ayudan.  El problema es que las noticias no son realmente noticias, son un filtro de todas las cosas que suceden en el día, y ese filtro nada más te muestra lo preocupante o negativo.
Al ver una realidad externa de gente en peligro y sufriendo, llegas a la conclusión de nuevo equivocada, de que eso te puede suceder a ti, y que por eso mejor no hay que salir.  Es como si todos los delincuentes estuvieran enfocados nada más en ti, y como si estuvieras rodeado de gente con malas intenciones, cuando la realidad es al revés, ellos son los menos, y tu estás rodeado de muchas personas más.



jueves, 26 de junio de 2014

mantener el cerebro en forma

Si queremos llegar a la vejez con un cerebro en perfectas condiciones hay que cuidarlo a lo largo de toda la vida. Más aún, incluso desde la infancia. Y para hacerlo nada mejor que seguir los típicos propósitos que nos hacemos en cada comienzo de año y que pronto abandonamos.
Incluso aprender un idioma nuevo ayuda a mantener el cerebro en forma. Todo cuenta, además de mantener el cerebro activo, debemos procurar que nuestra salud general sea la mejor posible.
Los propósitos que nos hacemos año tras año son una excelente manera de mantener en forma el cerebro. Eso sí, hemos de poner un poco de empeño en cumplirlos. La neurociencianos aporta nuevas razones nuevas para no abandonarlos, porque todos contribuyen a mantener nuestra mente. Y lo más importante, este decálogo cerebrosaludable habría que inculcarlo como hábito entre los más pequeños, para que desde la infancia se procuren un cerebro saludable.
Hacer ejercicio. El ejercicio retrasa la muerte de las neuronas y favorece el nacimiento de otras nuevas en el hipocampo, responsable del aprendizaje y la memoria. Por el contrario, el sedentarismo físico va asociado al mental y¡ a un mayor riesgo de deterioro cognitivo. Además la actividad física combate el estrés, es un potente antidepresivo, actúa como recompensa para el cerebro y nos protege de caer en las adicciones.
Comer de forma equilibrada. Los niveles de glucosa elevados y el colesterol perjudican al cerebro. Algunos estudios denominan al alzhéimer diabetes tipo III, en la que la resistencia a la insulina dificulta el trabajo de las células cerebrales. El colesterol alto también se relaciona en los estudios de asociación del genoma completo (gwas) con esta patología neurodegenerativa. No se libran los más pequeños, cada vez más sedentarios. Entre los que menos se mueven el colesterol, la glucosa y la hipertensión elevadas ya están dejando de ser excepciones.
Dejar de fumar. No se deje engañar por posibles efectos neuroprotectores de la nicotina. Si sus pulmones pierden capacidad (ese jadeo que le impide subir escaleras o caminar a paso rápido cuesta arriba), su cerebro recibe menos oxígeno, trabaja peor y sus neuronas se resienten.
Aprender un idioma nuevo. El cerebro de los adultos que se inician en una nueva lengua aumenta su grosor en determinadas regiones de la corteza relacionadas con el procesamiento acústico, comprensión y articulación de las palabras. También crece el hipocampo, implicado en la memoria y el aprendizaje. Además, el bilingüismo parece contribuir a aumentar la reserva cognitiva, que confiere cierta protección contra la enfermedad de Alzheimer. Y cuanto más se practique la segunda lengua más gana el cerebro en destreza y resistencia.
Doce meses, doce libros. Suena a campaña publicitaria, pero no lo es. La lectura es uno de los mejores ejercicios para mantener el cerebro en forma: aumenta la capacidad de concentración, promueve la empatía, favorece las conexiones entre neuronas y, si es un hábito frecuente, es un ejercicio útil para evitar la pérdida de las funciones cognitivas asociadas a la edad. Los beneficios se incrementan si lee en otro idioma.
Respirar aire puro. Desde hace décadas, los neurocientíficos sospechan que vivir en la urbe, además de acarrearnos enfermedades crónicas, tiene efectos adversos también en nuestra salud mental. Ansiedad, estrés, depresión o incluso esquizofrenia tienen más probabilidades de manifestarse en el entorno urbano. Y el riesgo aumenta cuando los primeros años de crianza han transcurrido sobre el asfalto.
Combatir el estrés. Este mal de nuestro tiempo envejece, mata neuronas y acorta los telómeros (lo que se relaciona también con las enfermedades neurodegenerativas). Sugerencias:_fomentar las relaciones sociales, practicar hobbies o meditar (que, según los últimos estudios, fortalece el cableado del cerebro: la conexión entre sus distintas zonas).
Cultivar las aficiones. Proporcionan placer, entretienen y disipan el aburrimiento, que es uno de los peores enemigos del cerebro. La rutina y la monotonía literalmente matan a nuestras neuronas. Escuchar música o practicarla, viajar, hacer puzzles, bailar… Cada uno puede optar por la que más le atraiga (Sobre pasarse horas mirando la tele hay bastantes reservas). Lo esencial es mantener el cerebro ocupado.
No escatimar horas al sueño. Dormir las horas suficientes es fundamental para un cerebro en forma. Durante el sueño nuestro cerebro no descansa. Al contrario, aprovecha para consolidar la memoria de las experiencias y nuevos conocimientos adquiridos durante el día. El sueño también sirve para regular el apetito. Algunos estudios relacionan la falta de sueño con la obesidad.
Ser optimista. Aumenta la creatividad, fortalece nuestro sistema inmune, nos hace estar de mejor humor… Son muchas las razones para ser optimistas y elegir la botella medio llena frente a la que está medio vacía (el contenido de líquido es el mismo ¿o no?). Pero no olvidemos que el optimismo ha de ser inteligente. Expertos como Seligman, Avia y Vázquez o Rojas Marcos nos lo han dejado por escrito. Por cierto, como recuerda Seligman, esta forma de ver la vida también se aprende. Y nunca es tarde para hacerlo.
Este decálogo se complementa bien con el saludable estilo de vida mediterráneo. No es solo la dieta (frutas, verduras, legumbres, pescado, pocas grasas..). Es también el carácter alegre, el fortalecimiento de las redes de familiares (la tradicional familia extensa), cultivar las amistades (las redes de apoyo social que tan beneficiosas son para el cerebro), la práctica de ejercicio, las actividades al aire libre. Durante muchos años nos han proporcionado una larga vida y una mente despierta. Desgraciadamente estamos abandonando no solo nuestra excelente dieta sino el estilo de vida que la acompaña. Puede que las próximas generaciones no disfruten de tan buena salud como la nuestra, si tenemos en cuenta las tasas de obesidad y sobrepeso entre los más jóvenes.

jueves, 24 de abril de 2014

HEMISFERIOS CEREBRALES

El cerebro humano consta de dos hemisferios, unidos por el cuerpo calloso, que se hallan relacionados con áreas muy diversas de actividad y funcionan de modo muy diferente, aunque complementario.

 Ningún hemisferio es más importante que el otro. Para poder realizar cualquier tarea necesitamos usar los dos hemisferios, especialmente si es una tarea complicada. Lo que se busca siempre es el equilibrio. El equilibrio se da como resultado de conciliar polaridades, y no mediante tratar de eliminar una de ellas.


Cada hemisferio cerebral tiene un estilo de procesamiento de la información que recibe.

HEMISFERIO IZQUIERDO

El hemisferio izquierdo procesa la información secuencialmente, paso a paso, de forma lineal. Piensa en palabras y en números, es decir contiene la capacidad para las matemáticas y para leer y escribir. La percepción y la generación verbales dependen del conocimiento del orden o secuencia en el que se producen los sonidos. Conoce el tiempo y su transcurso. Se guía por la lógica lineal y binaria (si-no, arriba-abajo, antes-después, más-menos, etc.).


Este hemisferio emplea un estilo de pensamiento convergente obteniendo nueva información al usar datos ya disponibles, formando nuevas ideas o datos convencionalmente aceptables.

  • Aprende de la parte al todo y absorbe rápidamente los detalles, hechos y reglas.
  • Analiza la información paso a paso.
  • Quiere entender los componentes uno por uno

HEMISFERIO DERECHO

El hemisferio derecho, por otra parte, parece especializado en el proceso simultáneo o de proceso en paralelo; es decir, no pasa de una característica a otra, sino que busca pautas y gestaltes. Procesa la información de manera global, partiendo del todo para entender las distintas partes que componen ese todo. El hemisferio holístico es intuitivo en vez de lógico, piensa en imágenes, símbolos y sentimientos. Tiene capacidad imaginativa y fantástica.

Este hemisferio se interesa por las relaciones. Este método de procesar tiene plena eficiencia para la mayoría de las tareas visuales y espaciales y para reconocer melodías musicales, puesto que estas tareas requieren que la mente construya una sensación del todo al percibir una pauta en estímulos visuales y auditivos.

Este hemisferio emplea un estilo de pensamiento divergente, creando una variedad y cantidad de ideas nuevas, más allá de los patrones convencionales.

  • Aprende del todo a la parte. Para entender las partes necesita partir de la imagen global.
  • No analiza la información, la sintetiza.
  • Es relacional, no le preocupan las partes en sí, sino saber como encajan y se relacionan unas partes con otras.





CARACTERISTICAS DE LOS HEMISFERIOS


Hemisferio Izquierdo
Hemisferio Derecho
Lógico, analítico y explicativo, detallista
Holístico e intuitivo y descriptivo, global
Abstracto, teórico
Concreto, operativo
Secuencial
Global, múltiple, creativo
Lineal, racional
Aleatorio
Realista, formal
Fantástico, lúdico
Verbal
No verbal
Temporal, diferencial
Atemporal, existencial
Literal
Simbólico
Cuantitativo
Cualitativo
Lógico
Analógico, metafórico
Objetivo
Subjetivo.
Intelectual
Sentimental
Deduce
Imagina
Explícito.
Implícito, tácito.
Convergente, continuo
Divergente, discontinuo
Pensamiento vertical
Pensamiento horizontal


martes, 4 de marzo de 2014

DERRAMES CEREBRALES

E

ETIOLOGIA DEL DAÑO CEREBRAL

El estudio de los fundamentos biológicos de la actividad cognoscitiva y comportamental ha presentado durante el último siglo una importancia creciente. Y, particularmente en las últimas décadas, ha aumentado en forma notable la cantidad de investigaciones y de centros especializados dedicados de una u otra manera al análisis de la organización biológica de los procesos psicológicos y al estudio de las formas en que estos pueden alterarse en caso de daño o de disfunción cerebral.


Su objetivo está dirigido al estudio de la organización, a nivel del sistema nervioso, de la actividad psicológica. Para lograr este objetivo, la neuropsicología recurre a procedimientos tanto experimentales como clínicos. La observación sistemática de pacientes que han sufrido daño del sistema nervioso, tanto focal como global, representa la fuente principal de datos de la neuropsicología clínica


La acción del neuropsicólogo clínico se dirige desde el punto de vista asistencial a estos dos grupos poblacionales (pacientes con daño cerebral) de diferente etiología, y paciente con déficit cognoscitivos unidos al desarrollo).


ACCIDENTES CEREBROVASCULARES


Los accidentes cerebros vasculares pertenecen a los procesos denominados ictus, estos pueden ser de dos grandes tipos: hemorrágicos (hemorragia cerebral) o isquémicos (embolia cerebral), la diferencia entre uno y otro es la presencia o ausencia de sangre. Asimismo, los isquémicos pueden ser transitorios o permanentes. Del tipo de accidente, superficie afectada y tiempo de duración dependerá que el paciente viva o muera y el grado de secuelas que le queden.
DESCRIPCIÓN

La enfermedad vascular cerebral (EVC) es aquella que afecta el suministro de sangre al cerebro. La EVC, o embolia, puede afectar los sentidos, el habla, el procesamiento de ideas y la memoria, el comportamiento, o causar parálisis, coma o la muerte.

CONSIDERACIONES

La EVC se diagnostica con un examen físico y neurológico. Una tomografía computerizada (TAC) o imágenes de resonancia magnética (RMN) pueden diagnosticar y evaluar el daño

CAUSAS

La EVC ocurre cuando una arteria cerebral es obstruida por un coágulo de sangre, para el suministro de oxígeno hacia el cerebro. Sin oxígeno, los tejidos cerebrales mueren en pocos minutos. Como resultado, dejan de funcionar correctamente las partes del cuerpo que están bajo el control de estas células.
La presión alta y la arteriosclerosis (acumulación de grasa en las arterias) aumentan los riesgos de que se produzca una EVC


SIGNOS Y SÍNTOMAS

Los principales síntomas que acontecen durante un cuadro embólico son:
·         Debilidad súbita o adormecimiento de la cara, la mano y la pierna, generalmente de un solo lado del cuerpo.
·         Pérdida del habla y dificultad para hablar o entender
·         Pérdida de visión en un ojo
·         Mareos inexplicables, falta de equilibrio o caídas
·         Dolores de cabeza agudos y súbitos


ARTERIAS CEREBRALES

La arteria cerebral anterior pasa hacia la línea media por arriba del nervio òptico y asciende en el surco ínter hemisférico donde esta unida con la del lado opuesto por la comunicante anterior.Despuès sigue una curva a lo largo del cuerpo calloso por lo que en este sitio se le denomina pericallosal. Una rama importante es la arteria recurrente de Heubner que se introduce en el espacio perforado anterior. La arteria cerebral anterior irriga la mayor parte de la cara interna del hemisferio cerebral.


La arteria cerebral posterior, se encarga de la irrigación del lóbulo occipital y del área lìmbica; abarca toda el área visual y por lo tanto las lesiones de sus ramas causan defectos en la visión.

La arteria cerebral media se profundiza en la cisura de Silvio para dirigirse hacia la ínsula de Reil; es encargada de la irrigación de casi la totalidad de la cara externa del hemisferio cerebral. Sus ramos perforantes son importantísimos; son llamadas arterias talamoestriadasy se dividen en un grupo interno y otro externo. Una de las del grupo externo generalmente la más larga y externa, experimenta rotura con tanta frecuencia que se ha llamado "arteria de la hemorragia cerebral" o arteria de Charcot.